
infantita
Teotokos
En la creación, cuando Adán cayó
El Padre os destino una misión
Ser la Madre del Hijo
De Aquel que nos traería la salvación
Desde toda la eternidad os preparó
La obra maestra de sus manos sois vos
Pues con sus dones os adornó
Y su mismo corazón os regaló
Aquel día venturoso en que Gabriel os visitó
Con total libertad de aceptar, o no,
En tu respuesta estaba la salvación
Y el “Fiat” de tu corazón brotó
El cielo y la tierra no cesaban de mirarte
Sus oídos más atentos que los del mismo Ángel
A una de alegría gritaron al escucharte
Que aceptabas ser del Emanuel la Madre
“Hágase en mí según tu palabra”
Fue la frase que pronunciaste
Con total abandono, tú confiaste
Y la misma Palabra vino a abarcarte.
Para Dios no ay nada imposible, dijo el Ángel
Tu parienta Isabel ya va en el sexto mes
Hacia las montañas te encaminaste a pie
Pues tu caridad no conoce ningún límite
¡Oh Madre ¡Aquella noche en que Jesús nació ,
El Emanuel, El Dios con nosotros llegó
El Dios Poderoso en todo se anonadó
El consejero Admirable en tu portal nació
Cuando tomabas a Jesús en tus brazos
Sabías que era tu Hijo, pero también tu Dios
Eres Madre de la Fe de la esperanza y del amor
Puesto que nada preguntabas, todo lo meditabas en tu corazón
Alegrías y penas Jesús niño te dio
Que alegría tan grande estrecharlo a tu corazón
Y que pena cuando en Jerusalén se quedó
En medio de los doctores a todos sorprendió.
Y en el día de nuestra redención
Una espada atravesó tu corazón,
Al verlo de una cruz colgado,
Con el corazón traspasado.
Madre mía, conocías muy bien las escrituras
Ahí se anunciaba que al tercer día resucitaría
Resucitó, Aquel quien te dio vida
Y a los cuarenta días al cielo subía
Madre de Jesús, Madre de Dios,
Madre nuestra, Madre del A mor
En el año 431 en el concilio de Éfeso
Este dogma, para los cristianos se proclamó
Teotokos, Madre de Dios
Toda la iglesia proclama
Toda la Iglesia te llama
Madre del verdadero Dios
Todos invocamos tu auxilio y protección
Quita nuestras aflicciones y limpia nuestro corazón
Para poder cantar sin interrupción
Alabanzas al Divino Corazón.
Que en el cielo y en la tierra,
Nos unamos a tu voz
Y cantemos eternamente,
El cántico del Amor.
María Madre nuestra,
María Madre de Dios,
Nos gloriamos de ser tus hijos,
Y te entregamos alma y corazón.
Virgen excelsa,
Madre querida,
Tuya es mi vida,
Vela por mí,
Cuando deba dejar el suelo,
Llévame al cielo,
Cerca de ti.
Natalia de la Madre de Dios OCD 1 DE ENERO 2009
Hola, hermanitas las recuerdo con gran cariño, Dios las bendiga siempre, que su oración llegue al corazón de muchas almas que lo necesitan, Abrazos y Felicidades por compartir tan hermoso Poema.